Bien… antes de mudarme al otro extremo de El Progreso, Yoro, comencé a notar algo que me llamo la atención, y era que horas de tempranas de la noche, un par de ranas se subían a las paredes exteriores de mi casa, para ser concretos cerca de las bombillas eléctricas las cuales estaban plagadas de polillas y otros insectos nocturnos, así al ver que nos íbamos a mudar de casa decidí conseguir una pequeña red de mariposas y atrapar a una de las ranitas para poder identificarla mejor.
La Rana en cuestión era un espécimen de Trachycephalus venulosus, consultando la Guía de Campo de los Anfibios de Honduras de James R. McCranie y Franklin E. Castañeda, consulto la Guía pude ver que era una especie de amplia distribución en el País especialmente en la zona del Valle de Sula y el Lago de Yojoa, Litoral Atlántico y la Zona de la Mosquitia hondureña,y el Centro de Olancho, otras zonas con menor rango de distribución y/o poblacional (¿?) incluyen el litoral de Choluteca y la frontera con Guatemala (Copán y Ocoteque), al parecer le puede encontrar desde el nivel del mar hasta 1600 msnm, y se encuentra en diversos avitas como ser Bosque Húmedo de Tierras Bajas, Bosque seco de Tierras Bajas, etc. Y se encuentra también en zonas abiertas (como fue el caso de los especimenes que observé)
Bueno me alegra por las ranitas… espero que los nuevos inquilinos de la casa las traten bien. Ahh por cierto lo olvidada… esta ranita es una rana trepadora, y como su nombre común lo indica, su piel exuda una especie de “leche”, imagino que cuando algún depredador la muerde le deja un mal sabor de boca, en mi caso mi mano quedo cubierta de su leche, que sin ofender a nadie me recordó la textura de ciertos fluidos humanos y no es broma, pero dejando a un lado esa extraña sensación, es una ranita simpática que merece ser observada y cuidada, aun cuando no tenga la belleza exótica de otras ranitas tropicales.