Una expedición en noviembre de 2008 redescubrió la diminuta ave en el occidente del país. Tras varias horas de espera en una colina de Santa Bárbara, la localizaron en la rama de un árbolEl colibri Esmeralda Hondureño... es la unica especie de ave endemica del País... es decir salvo en ciertas regiones de Honduras, no se le encuentra en ningun otro lugar del mundo
Durante una semana en noviembre del año pasado, un grupo de siete investigadores estadounidenses y hondureños se propuso buscar el colibrí esmeralda en el occidente del país.
Los exploradores se levantaban a las cuatro de la mañana porque el ave es más activa a primeras horas del día. Conducían unos 40 minutos a los sitios para establecer tranquilamente puestos de observación.
Para atraerla, colocaron grabaciones con imitaciones de la única ave que es el enemigo del esmeralda: la ferruginosa Pygmy Owl, un búho de pequeño tamaño que no se come a los colibríes, pero que a veces se roba los huevos de sus nidos.
Cuando el esmeralda escuchaba el canto del búho, llegaba agresivamente para proteger su territorio y asustarlo.
«Los esmeraldas son feroces, pero poco combatientes. Entonces, si teníamos suerte, conseguíamos una buena foto del ave en su hábitat para documentar y obtener un recuento de la cantidad de esmeraldas se han observado en ese lugar», dijo Robert Hayman, explorador e investigador estadounidense.
Y así inicia una nueva etapa del colibrí en Honduras, una especie en peligro de extinción.
El colibrí esmeralda, Amazilia luciae, es una de las especies endémicas de ave consideradas en mayor peligro de extinción en Centroamérica.
La diminuta ave de 9 a 10 centímetros fue descubierta en Honduras en 1880 en bosques tropicales muy secos y redescubierta hasta 1988 por dos ornitólogos que visitaban el país para hacer un libro sobre aves de México y Centroamérica.
El esmeralda habita en bosques secos del Valle de Aguán y Agalta en Olancho. En 1994 fue visto en San Esteban, Olancho. Hace 73 años fue visto en Santa Bárbara y en Cofradía, Cortés, pero no se volvió a ver hasta en noviembre del año pasado.
El inicio
El viaje a Santa Bárbara de David L. Anderson, H. Ross Hawkins, Deborah M. Atwood, Fito Steiner y Robert E. Hyman fue planificado en febrero de 2007.
Steiner, ambientalista y ex presidente de la Fundación Parque Nacional Pico Bonito, Fupnapib, explicó a LA PRENSA que, interesados en la protección de esta ave en peligro de extinción, planificaron en febrero de 2007 una expedición a occidente con el fin de redescubrir al colibrí esmeralda. «En el valle del Aguán, específicamente en Olanchito, el Gobierno tiene una área de aproximadamente 1,180 hectáreas de reserva y trata de proteger el ave, por lo que decidimos buscarlo en otras zonas», añadió.
Este grupo salió en febrero en una avioneta y sobrevoló el bosque muy seco tropical en el valle del Aguán, Olancho, Santa Bárbara y Cofradía, Naco, en Cortés.
«En Santa Bárbara marcamos áreas con GPS y luego de sobrevolar tres horas durante dos días, decidimos ir al campo, pero no lo encontramos. Nos marchamos a Olancho y encontramos el ave en San Esteban, en Telica y en el camino a San Francisco de la Paz y otras áreas del valle de Gualaco que no se habían visitado antes».
Nunca se había hecho en Olancho una medición tan extensiva desde el aire y tierra del hábitat del ave.
Steiner dijo que el esmeralda habita en un área de 500 hectáreas de terreno de bosque seco y, de acuerdo a un estudio de 2005 se ha perdido bastante hábitat. «En ese viaje también fuimos a Telica, cerca de San Francisco de La Paz, ahí encontramos una población de colibrí que no había sido detectado y hallamos uno a la orilla del río Telica».
La expedición a Santa Bárbara
El 7 de noviembre de 2008 estaba lloviendo, por lo que el grupo lo pensó varias veces para iniciar la expedición.
«Al día siguiente hizo un buen clima. Llegamos a Santa Bárbara en la tarde. Queríamos volar, pero no pudimos por problemas mecánicos con el avión», dijo Steiner.
Esta vez, a diferencia de 2007, el grupo contaba con la ayuda de los biólogos hondureños Mario Espinal y Leonel Marinero.
Ambos encontraron en agosto del año pasado al colibrí esmeralda en Santa Bárbara, pero no estaban seguros de que fuera el Amazilia luciae.
Espinal y Marinero trabajan en la mitigación ambiental de las áreas del proyecto de electrificación del Plan Puebla Panamá y avisaron sobre la situación al ornitólogo David Anderson de la Louisiana State University.
Entonces, H. Ross Hawkins, Deborah M. Atwood, Steiner, Robert E. Hyman y Anderson comenzaron su aventura.
«El primer día salimos con todo un equipo especial de fotografía. Nos dividimos en dos grupos. Lo pudimos divisar después de una hora sobre la rama de un árbol. Hasta el tercer día pudimos tomar buenas fotos. A diferencia del valle del Aguán, donde se ven cuatro o cinco sobrevolando casi a un mismo tiempo, sólo se ven dos o tres», relató Steiner.
Hyman dijo que trabajaron duro en la documentación con el fin de preservar el hábitat del colibrí esmeralda. «Acabo de regresar de una exitosa expedición a Honduras, donde se había pensado que estaba extinguido y no se lo había visto por más de 70 años. Éste es un gran descubrimiento que dará lugar a una importante conservación y a un esfuerzo de investigación científica» .
Los investigadores encontraron seis sitios habitados por el esmeralda.
«Encontramos al colibrí en parches de bosque de 5 a 60 hectáreas a lo largo de 33 kilómetros.
Como en el noreste de Honduras, el resto de su hábitat está muy fragmentado. Encontrar la especie nos da esperanzas de que se conservará la especie porque el descubrimiento aumenta la conocida gama de distribución y el tamaño de la población de la especie. Sin embargo, debido a la gran fragmentación de su hábitat, la especie definitivamente merece ser considerada en peligro crítico de extinción», explicó el fotógrafo, aventurero, conservacionista y montañista nacido en Montgomery, EUA.
Fito Stenier dijo que en 2007 no hallaron al ave porque la buscaban en zonas planas. «En el Aguán y en el Agalta, el esmeralda habita en bosque seco plano, pero en Santa Bárbara no es así, vive en colinas. Creemos que no se extinguió en la zona porque la gente no lo sabía. Además, el terreno no es muy apto para sembrar cultivos agrícolas, pastos, café y maíz», indicó.
El ambientalista dijo que corre más peligro en el valle del Aguán y Agalta por la ganadería extensiva.
Los terrenos donde fue redescubierto el colibrí esmeralda son privados.
Lo que sigue
La expedición contó con la ayuda del Gobierno. «Con permiso del Instituto de Conservación Forestal, ICF, se trabaja en los documentos para presentar los resultados. Se harán las recomendaciones para proteger el área».
A través de la investigación sobre el esmeralda, desarrollaron suficiente información científica para pedirle al Departamento de Interior de EUA que incluya al colibrí esmeralda en la lista de especies amenazadas.
Esta protección será más fácil para los hondureños, el Gobierno y las ong porque EUA destinará dinero a la protección.
Steiner dijo que depende de los hondureños mantener el hábitat de esta hermosa ave.
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